“No hay dinero para eso”, “la economía está mala”, “mejor contrato a otro que trabaje por menos”, “los adiestramientos son costosos”, “no podemos aumentar el sueldo de los empleados”; estas son algunas de las aseveraciones que se escuchan cuando llega el momento de invertir para mejorar el desempeño de los empleados ante una recesión económica. Algunas organizaciones piensan que la única manera de aumentar la cantidad o calidad del trabajo de sus empleados es aumentándoles el sueldo. Otras piden talleres de motivación laboral ya que perciben que sus empleados no tienen “ganas” de trabajar. Sin embargo, existen múltiples maneras de lograr el mejoramiento del desempeño de los empleados sin tener que gastar dinero. A continuación, 5
herramientas que puedes comenzar a aplicar inmediatamente en tu lugar de trabajo.
1. Liderazgo
Si algo la ciencia ha dejado claro es que los diferentes estilos de liderazgo inciden directa e indirectamente en el desempeño de los empleados. Cada organización debe realizar un análisis de los resultados que desean alcanzar con sus empleados y el tipo de líder que hace falta para llevarlos a esa meta. Entre los estilos de liderazgo más efectivos y eficientes que se han estudiado están el liderazgo transformador, el ético, el carismático y el instrumental. Sin embargo, la efectividad de los diferentes estilos de liderazgo dependerá del contexto, los seguidores, las metas y la cultura organizacional de cada empresa. No existe una receta científica que enumere los pasos a tomar con los líderes de tu organización para llegar al éxito, pero si existe exhaustiva evidencia científica sobre cómo cada estilo de liderazgo incidirá en el desempeño de los empleados. Así que la primera herramienta gratuita que puedes utilizar en tu lugar de trabajo es utilizar el conocimiento de los gerentes, directores o supervisores de la organización que están obteniendo buenos resultados y ver cómo puedes aplicar sus métodos en las demás áreas laborales.
2. Refuerzo Positivo
Desde el siglo pasado la psicología nos ha presentado el concepto de los refuerzos y sus implicaciones en la conducta humana. Hay numerosos estudios sobre cómo podemos reforzar las conductas que deseamos que otros realicen. Muchas organizaciones utilizan los refuerzos para intentar mejorar la conducta, pero se enfocan en utilizar los negativos. Por ejemplo, cuando un empleado se ausenta sin justa causa a su trabajo en 3 ocasiones es muy probable que reciba una acción disciplinaria, así se le advierte que debe desistir de dicha conducta o podrá enfrentar consecuencias como la pérdida de su empleo. Sin embargo, se ha comprobado científicamente que los refuerzos positivos son mucho más efectivos que los negativos. Es recomendable que la organización cree una cultura de reconocimiento en donde se le de valor al trabajo diario de los empleados. Se pueden establecer programas formales (por ejemplo, el empleado del mes, reconocimiento por desempeño, entre otros) como también sorprender a los empleados con un certificado por no haber cometido ningún error en un mes, enviar un correo electrónico a toda la compañía para resaltar la idea innovadora de alguien o simplemente recibir a un empleado con aplausos el día en que logró alcanzar los números de venta. Como líder, intenta que por cada refuerzo negativo puedas dar 3 positivos, así te obligarás a observar las fortalezas de los empleados. Lo mejor de todo es que los beneficios psicológicos que esto tiene para los empleados son incalculables y que dar estos refuerzos positivos no cuesta un centavo.
3. Conciliación Vida-Trabajo
Algo que las nuevas generaciones han incorporado a la lista de requisitos para escoger trabajar en una organización es que la misma les permita tener una vida personal adecuada. Además, como es de esperarse, esta exigencia ha sido adoptada por las antiguas generaciones que quieren recuperar o compensar por el tiempo que invirtieron trabajando en la empresa. Toda organización debe entender que todos sus empleados tienen una vida que va más allá de sus trabajos. Estos están cada vez más exigentes con el tiempo para su familia, sus ejercicios, su salud, sus pasatiempos, entre otras cosas. Si deseas tener empleados comprometidos y motivados a realizar un buen trabajo debes también promover y dar el espacio para que estos logren una conciliación entre su vida personal y el trabajo. La buena noticia es que hacer esto no cuesta dinero ya que hoy día la globalización y la tecnología nos facilita muchos de los procesos que antes requerían de una persona que estuviera todo el día en su trabajo. Algunas ideas: verifica las descripciones de puesto de los empleados y ausculta cuales se pueden realizar desde su hogar, utiliza la tecnología para trabajar remotamente o facilitar procesos de trabajo, verifica si tienes el espacio o facilidad de que los empleados obtengan en tu empresa lo que buscan afuera (por ejemplo un entrenador personal para que los empleados le paguen por las rutinas de ejercicios), considera permitir que tus empleados traigan a sus hijos al trabajo, revisa quienes pueden tomar ya vacaciones, provéele contactos de médicos, tutorías, cuidos, nutricionistas, entre otras cosas para que el empleado sienta que obtiene muchas de las cosas que necesita en su vida personal en su trabajo.
4. Cultura Organizacional Saludable
¿Alguna vez has llegado a una organización y sentido un ambiente pesado? Quizás ves empleados que no se comunican entre sí, observas que todos te miran raro cuando dices “buenos días”, cuando pasa un supervisor por el pasillo todos se enderezan en su silla y comienzan a sudar, nadie repone el papel de la fotocopiadora y tan siquiera consigues un compañero que te ayude a bajar unas cajas que quedan muy altas. Lo anterior son solo unos pocos ejemplos de todas las cosas que se observan y perciben en un ambiente laboral tóxico. Es evidente que vivimos en una recesión económica que afecta a las empresas y sus empleados, sin embargo, la falta de dinero no es excusa válida para tener un ambiente de trabajo que provoque no querer salir de la cama a enfrentar una pesadilla diaria. Por lo tanto, hoy día las empresas deben enfocarse menos en la falta de dinero y más en la creación de una cultura organizacional saludable. Para esto existen algunos modelos como el de la Asociación Americana de la Psicología (APA, por sus siglas en inglés) de Organizaciones Psicológicamente Saludables que ayudan a las organizaciones a desarrollar intervenciones que generen cambios positivos en el ambiente organizaciones. Este modelo en específico recomienda a las organizaciones que se enfoquen en fomentar con sus empleados el reconocimiento, crecimiento, desarrollo, su salud, seguridad, un balance de vida y trabajo, la participación activa en los procesos organizacionales y la comunicación como centro y clave del éxito. Al crear una cultura organizacional saludable puedes aumentar la satisfacción, motivación, moral, salud física y mental de los trabajadores y a su vez aumentar el desempeño, la productividad, la retención de talento y el servicio de calidad de la organización. En fin, si deseas que los empleados se levanten con ganas de ir a trabajar y obtener de ellos su mejor desempeño, fomenta una cultura organizacional saludable, no te constará un centavo.
5. Escucha Activa
Esta última herramienta puede parecer un tanto obvia, sin embargo, en la práctica muchas organizaciones se quedan muy cortas en su uso. Hay empresas que invierten miles y miles de dólares contratando recursos externos que los ayuden a resolver sus situaciones o al menos a identificar en donde están las áreas de oportunidad que deben trabajar para mejorar su desempeño organizacional. En algunas ocasiones este dinero en vez de ser una inversión se convierte en un gasto ya que si la empresa desea conocer qué ocurre con el desempeño de sus empleados puede simplemente ir a la raíz del desempeño: los trabajadores. Hoy día existen herramientas de encuestas gratuitas que te permiten recopilar información de manera confidencial e incluso analizan los datos de las respuestas. No obstante, la escucha activa va mucho más allá de realizar encuestas en línea a los empleados, sino que implica que todos los líderes de la empresa fomenten una comunicación abierta en donde se dediquen a escuchar para comprender y no para responder. La cultura de la organización debe fomentar que los empleados se expresen abiertamente en todos los niveles. Cuando verdaderamente se presta atención a todo lo que los trabajadores tienen que decir sobre su empleo, procesos, condiciones, entre otros, se aprende no solo lo que ocurre con el desempeño, sino que la mayoría de las veces son ellos mismos los que proveen soluciones prácticas para mejorarlo. Por lo tanto, de la misma manera que los expertos mencionan que la comunicación debe ser el centro de las relaciones de pareja, muchos psicólogos del trabajo enfatizan en la comunicación como herramienta principal de las empresas exitosas. Lo mejor de todo es que, al igual que las demás herramientas presentadas en este artículo, escuchar de forma activa a los empleados no cuesta un centavo.
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